sábado, 23 de noviembre de 2013

Cienfuegos






Nos levantamos temprano para dirigirnos a La Habana vía Cienfuegos.
Habíamos acordado con un taxista  de Trinidad que nos llevara a la capital de Cuba por cierta tarifa, pero el chófer apalabrado no se presentó  y en su lugar vino otro conductor con un coche viejuno.
En principio no quisimos tomarlo, pero después de un nuevo regateo, llegamos a un acuerdo con un nuevo precio sólo hasta Cienfuegos. Allí alquilaríamos otro coche hasta La Habana. Al final esta operación nos salió más barata.

domingo, 31 de marzo de 2013

Trinidad ¡¡ Maravillosa Trinidad !!











Camino de Trinidad

A las 6:30 de la mañana nos esperaba en el Hall del hotel de Cayo Guillermo el taxista con el que habíamos negociado nuestro viaje hasta Trinidad; 130 CUC. Teniendo en cuenta que en autobús son 30 por cabeza, merece la pena ir en taxi cuando se es más de dos, ya que encima permite salir y llegar a la hora que quisiéramos de hotel a hotel y parar donde nos pareciera para descansar o ver algo insólito. Al estar en un hotel aislado en Cayo Guillermo, no hay coches particulares con los que negociar y preferimos realizar el viaje en un solo trayecto. Otra posibilidad hubiera sido ir en taxi hasta la población de Morón y allí tomar un coche privado hasta Trinidad. Habría salido más barato, perro yendo con Hugo y pensando que se dormiría en el trayecto, pereferimos saltarnos el engorro y regateo de Morón.

martes, 5 de febrero de 2013

Cayo Guillermo




A las 6:45 salía nuestro vuelo a Cayo Guillermo. Tres horas antes teníamos que estar en el aeropuerto de La Habana, por lo que tocaba madrugón.
Reservamos los vuelos desde Madrid en la página cubana http://www.solwayscuba.com/  El precio de 82 euros por persona incluye el taxi que nos llevaba de el hotel de La Habana al aeropuerto y del aeropuerto al hotel de Cayo Guillermo. Esto es muy cómodo ya que algunos hoteles están bastante lejos del aeropuerto cuanto más al Oeste del Cayo.
En dos horas y  veinte minutos y con una escala en Santiago  que no teníamos prevista, llegamos a Cayo Guillermo a eso de las 9 de la mañana.
Ya desde el avión, justo antes de aterrizar, pudimos ver el pedraplen que une la isla de Cuba con Cayo Coco. una singular carretera  de 17 kilómetros ganada al mar bajo el auspicio de la Revolución.